17 ago 2013

Esperando.

Es 10 de agosto y la lluvia apremia en la Gare Rutière de Zinguinchor.

Los autos viejos esperan a estar completos para emprender ruta y nosotras esperamos pacientemente entre vendedores ambulantes que aprovechan el clima  para vender paraguas y chubasqueros, entre otra multitud de cosas.
Por momentos el agua parece estar botada desde un cubo en el cielo por la intensidad con la que esta cae.
En todo ese lapso de tiempo la gente sigue yendo y viniendo como si el agua no mojara y los perros vagabundos apenas encuentran como techo los autos viejos estacionados. 
De vez en cuando no falta un niño paseando descalzo de apenas seis años con la mano abierta que sigue esperando a que le caiga una moneda.
La lluvia se vuelve agresiva y no más seguramente, que la historia que pesa sobre este país, y es en ese momento cuando las gotas de agua que resbalan sobre mi cuerpo me hacen dudar de si ese tacto sobre mí seguirá siendo una de la veintena de moscas que me sobrevuela o bien, gotas de lluvia.

El semblante de aquellos que me rodean no es diferente al que había hace minutos, cuando la lluvia todavía no nos agredía. ¿Será que no es para tanto? 
Será...






2 ago 2013

Île de Ngor

No existen palabras para describir lo que se siente al vivir en África, conocer su gente e intercambiar impresiones acerca de la vida y la forma de vivirla. Dejando valer la redudancia, esta es una palabra que suena mucho, la VIE.
¿Y qué es la  vie si no? Es lo que nos cuestionamos cuando nos dejamos abrir la mente y el corazón a aquellas diferentes visiones que empezamos a sentir.


Dos valores se repiten mucho entre aquellas personas con las que comparto mi tiempo por estos lares.
Uno de ellos es  "partager", es importante saber y hacerlo, pues partager no es algo que cualquier persona sepa hacer, y es en ese momento cuando recuerdo una frase sabia que leí hace tiempo;
 "Compartir es dar lo que tenemos, no lo que nos sobra".
 Y es que compartir es un término muy famoso que llevarlo a la práctica puede no resultar fácil.
El otro es "respecter",  y resulta curioso como en uno de los continentes más saqueados y sometidos del planeta, este es un valor de suma importancia  que conviene no olvidar y que más allá de miedos y prejuicios con los que los tubab aterrizamos, se siente por allá por dónde nos movemos y caminamos.

 En Ngor, empiezo a vivir el partager y el respecter de una manera como nunca antes  había hecho.

La plage de l' île de Ngor